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31 may 2021

Dos vueltas de tuerca a los superhéroes: Invencible + El legado de Júpiter

¡Cuidado! Warning! Achtung! Spoilers superpoderosos con un twist

En los últimos meses hemos podido visionar a través de plataformas de streaming dos series que, siendo bien distintas entre si, tienen un nexo en común: se trata de las adaptaciones de las visiones sobre el género preponderante en el cómic norteamericano, el de superhéroes, por parte de dos de los nombres más importantes de la industria, Robert Kirkman y Mark Millar. Se trata, claro, de 'Invencible' (Amazon Prime Video) y 'El legado de Júpiter' (Netflix). Hablemos un poco de ellas en los siguientes párrafos.

5 jul 2019

Fuego y sangre


A falta de pan, buenas son tortas. A falta de nuevo material de 'Canción de Hielo y Fuego', George R. R. Martin tuvo a bien regalarnos (es un decir) en noviembre del año pasado 'Fuego y sangre', un libro que abarca la primera mitad del reinado de la Casa Targaryen en Poniente y que ha servido en buena medida como metadona para calmar el mono mientras se publica de una vez 'Vientos de Invierno' [1].

Sin ser una novela propiamente dicha pero sin llegar tampoco a ser un 'Silmarillion' inaccesible, Martin va desgranando la conquista de Poniente por parte de Aegon y sus hermanas, la construcción de Desembarco del Rey, el reinado de Jaehaerys el Viejo, la apabullante Danza de Dragones original y termina con el inicio del reinado de Aegon III, el rey Quebrado (The Broken en inglés... lo mismo era una pista para el final de 'Juego de Tronos' visto en perspectiva, ¿no?).

Un tocho muy importante (casi 900 páginas) pero que se lee con soltura e incluye un buen número de ilustraciones del fantástico artista Doug Wheatley (todas en blanco y negro, eso sí). Eso sí, tienes que ser fan de la saga porque para lectores casuales (o fans de la serie sin contacto con los libros) no es en absoluto.


Imaginamos que este libro [2] tendrá una continuación que alcance hasta el reinado del rey Aerys el Loco cuyo final desencadenó la Canción de Hielo y Fuego... pero esperemos que no sea hasta que tengamos, por lo menos, 'Vientos de Invierno' en nuestras manos.

Pd: no entiendo que no incluya un mapa de Poniente por mucho que sea para lectores "avanzados".

Un saludete guap@s.

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[1] Al final el rumor de que Martin lo tiene terminado y que se anunciaría fecha definitiva al poco de terminar la serie 'Juego de Tronos' ha terminado por ser bastante infundado.

[2] Que no publica Gigamesh como es habitual si no Plaza y Janés.

18 feb 2019

7 comics de Image que deberían ser series de TV



Los superhéroes de Marvel y DC llevan años atiborrando tanto la pantalla grande como la pantalla chica y los personajes de Dark Horse, la tercera gran editorial comiquera norteamericana, también han sido sobradamente llevados al cine [1]. Sin embargo hay otras muchas editoriales en los Estados Unidos con grandes personajes e historias a la espera de ser trasladados a medios en movimiento.

Es el caso de Image Comics, una editorial creada en 1992 por varios dibujantes y autores estrella (Todd McFarlane, Jim Lee, Rob Liefeld...) hartos de no tener el control de sus creaciones por las tiránicas políticas de DC y Marvel. Desde entonces se ha convertido en la cuarta gran editorial yankee (incluso discutiendo el tercer puesto a Dark Horse) atrayendo tanto a grandes autores que buscan liberarse del corsé superheroico como a jóvenes que despuntan con ideas atractivas y disruptivas.

Aunque el personaje más característico de la Image, Spawn, ya fue llevado al cine en 1997 [2] y su gran éxito, 'Los Muertos Vivientes', lleva desde 2010 convertida en una de las series, 'The Walking Dead', con más audiencia a nivel global, son pocos los cómics, personajes e historias de la editorial que han dado el salto a las pantallas, ya sean grandes o pequeñas.

Hoy, aprovechando el reciente estreno de la adaptación de 'Deadly Class' por parte de Syfy (HBO en España), elegimos siete cómics de Image que deberían ser series de televisión... y son muchas las que nos dejamos en el tintero.



Invencible


Robert Kirkman es todo un estajanovista de la viñeta: lleva desde 2003 escribiendo todos los meses un número de 'Los Muertos Vivientes' y otro de 'Invencible', su acercamiento al género estrella del cómic estadounidense: el de superhéroes. Con el éxito planetario de 'The Walking Dead' es extraño que nadie haya adaptado todavía las andanzas de Mark Grayson, el super conocido como Invencible. Será que para hacer algo digno se necesitaría mucha pasta... pero no parece que HBO, Netflix y Amazon estén escatimando mucho últimamente.  Ha sido esta última la que ha puesto en marcha una versión animada. No es lo que esperábamos pero oye, menos da una piedra.



Monstress


Fantasía épica con aroma steampunk de la mano de Marjorie Liu (y la dibujante Sana Takeda) que estos últimos años se ha llevado todos los premios habidos y por haber. Sigue la historia de Maika, una joven unida psíquicamente a un monstruo arcano, que en un mundo de posguerra busca venganza contra las brujas de Cumaea (cuyo cuartel general está en la ciudad de Zamora (sic)).

Una adaptación de Monstress podría tener una cabida más que aceptable, incluso como serie franquicia, en canales como Starz o plataformas como Hulu.



The Darkness


Cabecera emblema del sub-sello Top Cow, creado por Mark Silvestri al unirse a Image, y hermana de la ya adaptada en su momento 'Witchblade', 'The Darkness' nos cuenta la historia de Jackie Estacado: joven gangster de la familia Franchetti (los amos y señores de Nueva York) y, a su vez, hospedador de una entidad cósmica milenaria llamada The Darkness. Obviamente no tiene una vida aburrida el joven Estacado.

Durante años se ha hablado de una posible adaptación cinematográfica pero nunca se ha llegado a producir. Quedaría estupendamente en los catálogos de canales desprejuiciados como Syfy e incluso la network CW [3]. Ojalá se animaran.



Chew


Hilarante y salvaje cómic de John Layman y Rob Guillory que nos lleva a un mundo post una salvaje gripe aviar que mató a millones de personas, conllevó la prohibición de comer pollo y afloró en alguna gente poderes relacionados con la comida. Muchos de ellos trabajan en el FDA (Departamento de Agricultura) como Tony Chu, un cibópata (obtiene una impresión psíquica de como murió cualquier animal, cosa o persona que se coma) de malas pulgas envuelto en una conspiración a nivel global.

Una bizarrada con un humor muy particular que no se muy bien donde encajaría (quizás en Hulu o Netflix) pero que es necesario que alguien convierta en serie. Y ASAP.



The Wicked + The Divine


Cada 90 años los dioses del Panteón se reencarnan en chavales y vuelven a andar sobre la faz de La Tierra. Siempre ha sido conflictivo pero en la época de los millenials y de las redes sociales, todo se puede desmadrar todavía más. Esa es la premisa de 'The Wicked + The Divine', el cómic de Kieron Gillen y Jamie McKelvie con mucho gusto por el cliffhanger y una irregularidad que no empaña sus múltiples posibilidades para dar su salto a la pantalla. Quedaría divina en una sesión doble con 'American Gods' en la parrilla de Starz.



Revival


'Fargo' meets 'The Walking Dead'. Terror rural con zombies, entes extraños, nieve y muuuucha sangre de la mano de Tim Seely y Mike Norton. Un día de invierno en un pueblo de Wisconsin los muertos resucitan. Y eso es lo menos raro que pasa en las páginas de un cómic que es realmente adictivo.

De verdad, la gente de AMC ya está tardando en convertirla en serie e ir jubilando a 'The Walking Dead' o, sobre todo, a 'Fear the Walking Dead'. Sería todo un pelotazo.



Saga


'Saga' es a 'Star Wars' (en particular) y a la space opera (en general) lo que 'Juego de Tronos' es a 'El señor de los anillos' (en particular) y la fantasía épica (en general). La historia escrita por el (ya no tan) niño prodigio Brian K. Vaughan y dibujada por Fiona Staples es, con sus altibajos, uno de los indiscutibles mejores cómics de la década y sólo el más que elevado presupuesto que requeriría acometer su adaptación televisiva con dignidad frena su salto a las pantallas.

A ver si alguno de los grandes del panorama actual, me da igual Netflix que Amazon que HBO, se decide a aflojar la cartera, que a James McAvoy y Rosario Dawson se les empieza a pasar el arroz para ser Marko y Alana, hombre ya.


Y hasta aquí hemos llegado. Se que me he dejado en el tintero muchos cómics (Paper Girls, Morning Glories, Savage Dragon, Sex Criminals, Bitch Planet, Chrononauts, Black Science...) pero quería un post con un número de referencias no demasiado elevado y sin repetir autores.

Un saludete, guap@s.

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[1] Incluso en televisión con las recientes producciones de Netflix basadas en 'Polar' y 'The Umbrella Academy'

[2] Y una nueva adaptación se prepara para 2020 con  Jamie Foxx y Jeremy Renner... y el visto más que bueno de Todd McFarlane.

[3] Si la CW, siendo parte del conglomerado Warner (dueños de DC también), no tiene problemas en hacer series basadas en cómics de Archie, ¿por qué no de Image?

12 nov 2018

Adiós Stan Lee



Hoy, 12 de noviembre de 2018, a la edad de 95 años, ha muerto Stan Lee. Se fue el mejor. El mundo es un lugar manifiestamente peor.

Un hecho luctuoso que bien merecía que lo dejara anotado en este errante y ya poco transitado blog.

Descansa en paz, Stan.

30 sept 2013

Martin antes del Hielo y el Fuego: Sueño del Fevre

 
Obviamente George R. R. Martin no apareció de la nada a finales de los 90s para petarlo con la saga Canción de Hielo y Fuego. Previamente había estado trabajando como guionista y productor de series de televisión [1] y antes de eso ya había tenido una relativamente exitosa carrera como novelista y "cuentista" de ciencia-ficción, fantasía y terror. Como servidor es bastante completista con todo lo que gusta, me he lanzado a leer esas primeras novelas, cuentos y relatos y he empezado por Sueño del Fevre, su tercera novela publicada y la que más me atraía en un principio debido a la curiosa mezcla que ofrece su sinopsis: vampiros en el río Mississipi en la época de los vapores.

Y la verdad es que no me equivocaba, Sueño del Fevre es un libro entretenidísimo y muy fácil de leer. Además, si empiezas a leerlo sin saber que está escrito por Martin, a las pocas páginas ya sabes que es suyo porque tiene buena parte de las marcas de la casa que pueblan Juego de Tronos y secuelas: la variación del punto de vista de la narración según el capítulo (aunque en este caso sólo tenemos dos de estos puntos de vista, es una novela mucho menos ambiciosa que la posterior saga), las descripciones minuciosas, la obsesión por las comidas pantagruélicas, la fidelidad hacia el cliffhanger y la ultra-violencia presentada como si tal cosa. Tan sólo se echa en falta el sexo sucio de Poniente.

Sueño del Fevre se publicó en 1982, una de las peores épocas para la ficción vampiresca [2], por lo que pasó un poco desapercibido fuero de los ambientes del género. Luego, con el éxito de Juego de Tronos fue republicado en 2001 pero lo que me extraña es que, con el éxito (exitazo) de la serie de HBO en todo el mundo, a ningún productor se le haya ocurrido llevar a la pantalla grande la lucha entre los Maestros de Sangre Joshua York y Damon Julian. Tiempo al tiempo, imagino.

Un saludete, guap@s.

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[1] La más destacada fue La Bella y la Bestia, protagonizada por Ron Perlman y Linda Hamilton y de bastante éxito a finales de los 80s

[2] Anne Rice ya había publicado Entrevista con el Vampiro (una parte de Sueño del Fevre es muy deudora de las andanzas de Lestat, por cierto) pero no fue hasta mitad de los 80s cuando se convirtió en todo un fenómeno.

7 dic 2012

Danza de Dragones

La noche es oscura y alberga horrores

Entre que leo muy lento, he estado muy ocupado [1] y se trata de un tochaco de más de 1000 páginas, he terminado de leerme Danza de Dragones, la quinta entrega de la saga 'Canción de Hielo y Fuego', seis meses después de que se pusiera a la venta (a precio de oro) en España... y lo cierto es que lo mejor hubiera sido dilatar este final otros seis meses o cuantos más mejor porque, como era de esperar, George R. R. Martin (aka Gordo Cabrón... pero con cariño) se deja todo manga por hombro y sólo R'hllor sabe cuando tendremos nuevo libro que echarnos a la boca y saber que ha sido de todos esos personajes que después de tanto tiempo ya son casi como de la familia.

Con Danza de Dragones (a partir de ahora DdD) Martin supera el bache de sopor que fue Festín de Cuervos. Centrado principalmente en Tyrion, Dany y Jon Nieve [2], DdD da exactamente lo que promete: sexo, vísceras, violencia, intrigas palaciegas, escatología, humor negro, dragones, gigantes, cliffhangers, muertes impactantes,  resurrecciones más impactantes todavía, conflictos religiosos, frases pegadizas y, por fin, la llegada del Invierno. En definitiva, que se trata de un libro entretenido y, aunque por todo el tiempo que he gastado yo pueda parecer lo contrario, fácil de leer. Bastante mejor que el pestiño de Festín de Cuervos pero, sin embargo, sin alcanzar las cotas de grandeza de Tormenta de Espadas.

No quiero entrar en spoilers pero no me gustaría dejar de destacar la maestría de Martin para dos cosas: 1) la narración vívida de escenas gigantescas y espectaculares, encarnada principalmente en el capítulo de las arenas de combate y 2) la creación de personajes realmente detestables y repugnantes, cosa que lleva a su climax con Ramsay Bolton.

En fin, que sepa el Dios Ahogado cuando tendremos la sexta entrega de nuestra saga favorita entre nuestras manos. Mientras tanto, para la primavera próxima, podremos ver la tercera temporada de la serie de televisión y, por supuesto, en esta santa casa tendrás los más detallados análisis... y si no, ¡que se me lleven Los Otros!

Un saludete, guap@s.

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[1] Lo que explica también que no lleve ni una sola serie al día y que, por alusiones, no escriba ya de ellas en este nuestro blog.

[2] Me ha sorprendido mucho la poca presencia de Bran y Davos, dos de los personajes que más se echaron de menos en FdC y que tienen pocos (aunque muy buenos) momentos de lucimiento en DdD.

28 jun 2011

Festín de Cuervos

'Te enviaré a tu hijo... con una catapulta'
Sólo hay que ver su orondo aspecto para darse cuenta de que para George R. R. Martin más es siempre más. Por eso quería hacer algo todavía más colosal que Tormenta de Espadas pero no se vio finalmente capaz y decidió partir la historia en dos. Eso si, no eligió la manera normal de hacerlo sino que separó a los personajes y de unos (los de Poniente principalmente) contó toda su historia en este Festín de Cuervos y de otros (los del Muro, Oriente y Tyrion) lo hará en Danza de Dragones... que tenía que haber salido en 2006 y que no saldrá hasta, si nada extraño ocurre, el mes que viene.

En Festín de Cuervos Martin nos vuelve a deleitar con sus primorosos diálogos, los cliffhangers marca de la casa y con sexo y violencia a tutiplen además de dar cada vez más importancia a la magia y a la religión. Sin embargo, el conjunto resulta algo soso debido a que los personajes que faltan se notan y que algunos a los que se les da bastante protagonismo, decepcionan. En especial sale bastante perjudicada Cersei. En los libros anteriores había tenido mucho protagonismo pero siempre desde una cierta lejanía que le confería un aura de misterio, de femme fatale... para, en este Festín de Cuervos del que es la protagonista absoluta, descubrirse que no es más que una loca atormentada por una profecía [1] y con una capacidad para armar planes meléficos absurdos que ni el Doctor Maligno [2].

Como es habitual, la cosa acelera bastante al final y Martin nos deja unos cuantos cliffhangers de los de morderse las uñas... y viendo lo que ha tardado en escribir Danza de Dragones, de comernos las uñas durante muchos años. En especial me queda la duda de si Brienne está muerta  yo apuesto al no) y de quién es ese último personaje que se le presenta a Sam en Antigua [3].
En definitiva, que sin ser Tormenta de Espadas (ni Juego de Tronos), Festín de Cuervos es un buen entretenimiento que me da en la nariz que ganará cuando hayamos leído Danza de Dragones.

Pd: me da a mi que en la serie (si es que llega a estas alturas), Festín de Cuervos y Danza de Dragones estarán intercalados.
Un saludete guap@s.


[1] Yo creo que la reina que la destronará no será Margaery (un personaje menor) sino Dany y estoy seguro que no la matará (por activa o por pasiva) Tyrion sino Jaime, que es unos minutos menor que ella.

[2] Me esperaba que en cualquier momento soltara un '¿por qué conformarnos con Poniente cuando podemos tener Desembarco del Rey?' mientras se reía como una desequilibrada.

[3] ¿Es el alquimista del prólogo? ¿o es que el prólogo acontece después de este último capítulo? Porque, desde luego, Pate parece morir en ese dichoso prólogo.

14 feb 2011

Tormenta de Espadas

tormenta-espadas

Un Lannister siempre paga sus deudas

A pesar de empezar exactamente donde y cuando termina Choque de Reyes y seguir los acontecimientos plasmados en este volumen y en Juego de Tronos, Tormenta de Espadas es un golpe de timón bastante fuerte en la saga Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin. El orondo y veterano escritor se aleja del todo del fantasía épica made in Tolkien (donde nadie puede hacer sombra al surafricano) y se centra del todo en el folletín clásico, en las intrigas y los tejemanejes pero sin renunciar a su gusto por la violencia, el sexo, la magia, el cliffhanger y los giros de guión perfectamente dibujados. Es decir, estamos ante el mejor libro de la saga hasta el momento.

Otro de los grandes aciertos de Tormenta de Espadas es el protagonismo de uno de los personajes más diluidos y menos aprovechados de los dos tomos anteriores: Jaime de Lannister, el Matarreyes. El inicio del camino de redención de Jaime es uno de los grandes ejes vertebradores de la novela (y su relación con Brienne de Tarth, la más extraña pero mejor dibujada de las relaciones que pueblan Los Siete Reinos), junto con la caída y ascenso de John Nieve (como siempre, el mejor personaje) y la cada vez más cercana batalla entre la luz y la oscuridad (y de la que todavía tenemos que descubrir cual es el propósito en ella de la sacerdotisa roja).
Sin embargo no todo es perfecto. En especial hay dos puntos negros: la trama de Daenerys está bastante desdibujada y un epílogo demasiado fácil que empaña la potencia de los tres últimos capítulos. Además, se ponga como se ponga nadie, 1200 páginas son demasiadas.

En definitiva, una novela monumental en la que Martin por fin se aclara hacia donde quiere ir con su historia [1] y que, esta vez si, me deja con muchas ganas de leer el siguiente tomo. Festín de Cuervos there I go!!!

Pd1: en la tapa del libro se publicita el mismo con un "la novela que perdió el premio Hugo ante Harry Potter y el Caliz de Fuego". Primera vez que veo algo semejante. Lo flipo.

Pd2: ya que estamos, el trailer de Juego de Tronos de la HBO:





Un saludete guap@s.


[1] Siguiendo con el tema del folletín, yo anticipo que la visión general sobre la saga completa la va a acercar más a cosas como El Conde de Montecristo o Guerra y Paz que a tantas y tantas sagas clónicas de fantasía épica. Buena cosa.

6 jul 2010

De libris: Nunca me abandones


Me topé de casualidad el trailer de la nueva peli de Mark Romanek, protagonizada por Carey Mulligan, Keira Knightley y Andrew Garfield (el nuevo Peter Parker), y hubo un par de detalles que me llamaron la atención. Por lo tanto decidí buscar la novela original del escritor inglés Kazuo Ishiguro (del que no había leido nada pero del que si había visto Lo que queda del día) y ahora que la he terminado no me arrepiento en absoluto. Nunca me abandones es una novela fantástica, con una apariencia bastante inocua pero con un trasfondo realmente desasosegante y aterrador... y de la que no pienso contar nada más, simplemente recomendartela (si es que no la has leido todavía) fehacientemente. Cuando la leas me cuentas si tengo razón o no, pero vamos, que es apuesta segura.

Un saludete guap@s.

22 jun 2010

Choque de Reyes


Se suele pensar que, en las grandes sagas de fantasía, el primer libro es el menos bueno al servir, mayormente, para presentar el universo y los personajes. Por su parte, en las demás entregas, el autor se puede dedicar más a la acción y al desarrollo de la trama por lo que resultan mejores y más entretenidos libros. Así por lo menos había sido en todas las sagas que había leido hasta ahora. Sin embargo Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, parece la excepción que confirma la regla: Choque de Reyes no está a la altura de Juego de Tronos.

Que nadie se equivoque, no digo que sea una mala novela, nada de eso: está fabulosamente escrita, tiene pasajes realmente emocionantes y te deja con muchas ganas de seguir leyendo el resto de libros. Pero, por otro lado, la gran cantidad de tramas abiertas, de personajes involucrados y de páginas escritas (además de que trás 1700 páginas de historia todavía no haya un malo malísimo al que temer y odiar) hacen que la lectura de Choque de Reyes se haga farragosa en muchas fases.

Las ingentes cantidades de sangre, violencia, sexo, giros argumentales y chispazos mágicos siguen presentes por lo que es un libro disfrutable pero Tormenta de Espadas y Festín de Cuervos deben subir el nivel para que la enorme fama adquirida por esta saga no resulte un pelo desmerecida.

Pd: el (muy) teaser trailer de la serie de Juego de Tronos de la HBO.

Un saludete guap@s.

7 ene 2010

Juego de Tronos

juego de tronos

Lobos gigantes. Incesto. Intrigas palaciegas. Pedofilia. Justas. Zombies. Un muro de hielo gigantesco. Intento de infanticidio. Ciudades colgantes. Magnicidio. Conspiraciones. Duelos a muerte. Secuestros. Ejecuciones. Bárbaros. Bastardos. Lemas rimbombantes. Traidores. Un largo verano. Un inminente invierno. Dragones.

Echa todos estos ingredientes en una cazuela, ponlos a fuego lento y luego sirvelos en cortos episodios contados desde el punto de vista de un único personaje cada vez y tendrás Juego de Tronos, la primera entrega de la saga de fantasía heroica Canción de Hielo y Fuego del novelista y guionista de tv George R. R. Martin.

A pesar de la doble erre en su nombre, Martin se acerca más en Juego de Tronos a las tragedias shakesperianas que al estilo grandilocuente del maestro Tolkien y consigue su objetivo con creces: todos los personajes y subtramas que pone sobre la mesa resultan interesantes, las deja en su mejor momento y te hace desear seguir leyendo los siguientes tomos.

Desde luego es una lectura recomendable pero tampoco hay que engañarse: no es una obra maestra. Para mi tiene dos puntos débiles: no es lo espectacular que debería ser (el punto de vista subjetivo de todos los capítulos hace que nos perdamos gran parte de las batallas) y le falta un malo de verdadera enjundia, de esos que de pavor sólo mentar su nombre (vamos, un Sauron o un Voldemort).

Pd1: la HBO (ya sabes, No es TV, es pasta HBO) está preparando una serie basada en este libro con un reparto de auténtico lujo. Toda la información en este blog.

Pd2: tengo un libro recién empezado y soy de los de leer despacio, por lo que os da tiempo a comprarme Choque de Reyes y mandármelo a mi casita. Grasias de antebraso.

Un saludete guap@s.

30 mar 2009

Mis libros

Como ya comenté alguna vez por aquí, llevo muchos años anotando y contabilizando mis cosas en libretas. Entre estas cosas están por supuesto los libros que voy leyendo. Pues bien, este fin de semana pasado por agua me dió el punto de cogerlas todas y hacerme un listado con todos los libros que había leido (o casi todos, que uno es obsesivo-compulsivo pero no demasiado) y postearlo en el blog. Las razones son las siguientes:
  1. Llevar una cuenta centralizada en mi casa virtual.
  2. Buscar reseñas o información de cada libro y enlazarla.
  3. Que, en vista de la lista, me recomendéis libros, que quiero volver a recuperar el ritmo de lectura que tenía en mis tiempos preteritos a Internet y la blogocosa.
Pues bien, el listado (ordenado alfabéticamente por autor) a continuación y las recomendaciones en los comments:



  • Anónimo - El Lazarillo de Tormes
  • Asimov, Isaac - Fundación y Tierra
  • Asimov, Isaac - Yo, Robot
  • Auster, Paul - El Libro de las Ilusiones
  • Balducci, David - Control Total
  • Barker, Clive - Libros Sangrientos Vol 1
  • Barker, Clive - Libros Sangrientos Vol 2
  • Baum, L. Frank - El Mago de Oz
  • Becquer, Gustavo Adolfo - Rimas y Leyendas
  • Boulle, Pierre - El Planeta de los Simios
  • Brooks, Max - Guerra Mundial Z
  • Brown, Dan - El Código Da Vinci
  • Calderón de la Barca - La Vida es Sueño
  • Card, Orson Scott - El Juego de Ender
  • Case, John - Código Génesis
  • Cela, Camilo José - La Familia de Pascual Duarte
  • Cervantes, Miguel de - Don Quijote de la Mancha
  • Chabon, Michael - Las Asombrosas Aventuras de Kavalier y Clay
  • Christie, Agatha - Diez Negritos
  • Colubí, Pepe - California 83
  • Cook, Robin - Tratamiento Letal
  • Conan Doyle, Arthur - El Sabueso de los Baskerville
  • Conan Doyle, Arthur - Estudio en Escarlata
  • Connelly, Michael - El Poeta
  • Connelly, Michael - El Vuelo del Ángel
  • Cussler, Clive - Amenaza Bajo el Mar
  • Cussler, Clive - El Tesoro de Alejandría
  • Dahl, Roald - Charlie y el Ascensor de Cristal
  • Dahl, Roald - Charlie y la Fábrica de Chocolate
  • Dahl, Roald - James y el Melocotón Gigante
  • Dahl, Roald - Volando Solo
  • Davis, Andrew - Philadelphia
  • De la Morena, Jose Ramón - Los Silencios de El Larguero
  • De la Morena, Jose Ramón - Aquí Unos Amigos
  • Denker, Henry - Ultraje
  • Dick, Philip K. - Impostor
  • Dick, Philip K. - Minority Report
  • Dick, Philip K. - Podemos Soñarlo Por Usted Al Por Mayor
  • Dumas, Alejandro - Los Tres Mosqueteros
  • Duque de Rivas - Don Alvaro o La Fuerza del Sino
  • Echebarría, Lucía - Beatriz y Los Cuerpos Celestes
  • Ellroy, James - La Dalia Negra
  • Ende, Michael - Momo
  • Fforde, Jasper - El Caso Jane Eyre
  • Fine, Anne - Madamme Doubtfire
  • Folsom, Allan - Cero Absoluto
  • Forsyth, Frederick - El Manifiesto Negro
  • Forsyth, Frederick - El Negociador
  • Gaarder, Jostein - El Mundo de Sofía
  • Garland, Alex - La Playa
  • Gibson, William - Neuromante
  • Gibson, William - Conde Cero
  • Gironella, Jose María - Los Cipreses Creen en Dios
  • Golding, William - El Señor de las Moscas
  • Greene, Graham - El Factor Humano
  • Grisham, John - Cámara de Gas
  • Grisham, John - El Jurado
  • Grisham, John - El Socio
  • Grisham, John - Legitima Defensa
  • Grisham, John - El Testamento
  • Harris, Thomas - El Silencio de los Corderos
  • Hemingway, Ernest - ¿Por Quién Doblan las Campanas?
  • Higgins Clark, Mary - Un Grito en la Noche
  • Hijos de la Droga - Yo, Christine F.
  • Hilton, Susan E. - Rebeldes
  • Hornby, Nick - Alta Fidelidad
  • Huxley, Aldous - Un Mundo Feliz
  • Ishiguro, Kazuo - Nunca me Abandones
  • Jacq, Christian - Ramsés: El Hijo de la Luz
  • Jennings, Gary - El Azteca
  • King, Stephen - Eclipse Total
  • King, Stephen - La Tormenta del Siglo
  • King, Stephen - La Torre Oscura
  • Kypling, Ruydard - El Libro de la Selva
  • Lafuente Estefania, Marcial - Rápida, Decidida y Hábil
  • Lalana, Fernando - Morirás en Chafarinas
  • Larsson, Stieg - Los Hombres que no Amaban a las Mujeres
  • Larsson, Stieg - La Chica que Soñaba con una Cerilla y un Bidón de Gasolina
  • Larsson, Stieg - La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire
  • Lovecraft, H. P. - La Llamada de Cthulhu y Otros Relatos
  • Martin, A. / Ribera, J. - Flanagan 007
  • Martin, A. / Ribera, J. - Flanagan Blues Band
  • Martin, A. / Ribera, J. - No Pidas Sardina Fuera de Temporada
  • Martin, A. / Ribera, J. - Todos Los Detectives Se Llaman Flanagan
  • Martin Gaite, Carmen - Caperucita en Manhattan
  • Martin, George R. R. - Canción de Hielo y Fuego I: Juego de Tronos
  • Martin, George R. R. - Canción de Hielo y Fuego II: Choque de Reyes
  • Martin, George R. R. - Canción de Hielo y Fuego III: Tormenta de Espadas
  • Martin, George R. R. - Canción de Hielo y Fuego IV: Festín de Cuervos
  • Martin, George R. R. - Canción de Hielo y Fuego V: Danza de Dragones
  • Martínez Menchén, Antonio - La Espada y la Rosa
  • Menéndez-Ponte, M. - Nunca Seré Tu Héroe
  • Moratín, Leandro Fernández de - El Sí de las Niñas
  • Muñoz Martin, Juan - El Pirata Garrapata
  • Muñoz Martin, Juan - Fray Perico y Su Borrico
  • Palmer, Michael - Diagnóstico Final
  • Pérez Galdos, Benito - Miau
  • Pérez Reverte, Arturo - El Club Dumas
  • Pérez Reverte, Arturo - La Piel del Tambor
  • Pérez Reverte, Arturo - La Tabla de Flándes
  • Poe, Edgar Allan - El Gato Negro y Otros Relatos
  • Powers, Tim - En Costas Extrañas
  • Powers, Tim - Las Puertas de Anubis
  • Priest, Christopher - El Prestigio
  • Rice, Ann - Vittorio el Vampiro
  • Rojas, Fernando de - La Celestina
  • Rothfuss, Patrick - El Nombre del Viento
  • Rowling, J. K. - Harry Potter y el Cáliz de Fuego
  • Rowling, J. K. - Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
  • Rowling, J. K. - Harry Potter y la Cámara Secreta
  • Rowling, J. K. - Harry Potter y la Piedra Filosofal
  • Salgari, Emilio - El Corsario Negro
  • Salgari, Emilio - El León de Damasco
  • Salgari, Emilio - El Rey del Mar
  • Salgari, Emilio - El Tigre de Malasia
  • Salgari, Emilio - Los Dos Rivales
  • Salgari, Emilio - Los Estranguladores
  • Salgari, Emilio - Los Misterios de la Jungla Negra
  • Salgari, Emilio - Los Tigres de Malasia
  • Sepulveda, Luis - El Viejo Que Leía Novelas de Amor
  • Shakespeare, William - Romeo y Julieta
  • Shelley, Mary - Frankenstein
  • Silva, Daniel - La Marca del Asesino
  • Simmons, Dan - Hyperion
  • Somerset Vaughan, William - El Filo de la Navaja
  • Sommer-Bodenburg, Angela - El Pequeño Vampiro
  • Stevenson, Robert Louis - El Diablo En la Botella
  • Stevenson, Robert Louis - El Doctor Jeckyll y Mr. Hide
  • Stevenson, Robert Louis - La Isla del Tesoro
  • Stoker, Bram - Dracula
  • Süskind, Patrick - El Perfume
  • Swift, Jonathan - Los Viajes de Gulliver
  • Tolkien, J. R. R. - El Hobbit
  • Tolkien, J. R. R. - El Señor de los Anillos
  • Tolkien, J. R. R. - El Señor de los Anillos: Apéndices
  • Tolkien, J. R. R. - El Silmarillion
  • Tolkien, J. R. R. - Los Hijos de Húrin
  • Turow, Scott - Presunto Inocente
  • Vargas Llosa, Mario - La Fiesta del Chivo
  • Verne, Julio - El Castillo de los Cárpatos
  • Verne, Julio - La Esfinge de los Hielos
  • Verne, Julio - La Isla Misteriosa
  • Verne, Julio - La Vuelta al Mundo en 80 Días
  • Verne, Julio - Miguel Strogoff
  • Verne, Julio - Un Capitán de Quince Años
  • Wells, H. G. - El Hombre Invisible
  • Wells, H. G. - La Máquina del Tiempo
  • Wolfe, Tom - Todo Un Hombre
Leyendo actualmente:
  • Anger, Kenneth - Holywood Babilonia
  • Rothfuss, Patrick - El Nombre del Viento 
  • Simmons, Dan - Los Cantos de Hyperion
Vuestras recomendaciones:

  • Bradbury, Ray - Farenheit 451
  • Bradbury, Ray - Las Crónicas Marcianas
  • Card, Orson Scott - La Sombra de Ender
  • Clarke, Arthur C. - 2001, Odisea en el Espacio
  • Conrad, Joseph - El Corazón de las Tinieblas
  • Dahl, Roald - Las Brujas
  • Dahl, Roald - Relatos de lo Inexperado
  • Fforde, Jasper - The Big Over Easy
  • Foster Wallace, Robert - Hablemos de Langostas
  • García Márquez, Gabriel - Relato de un Naufrago
  • Haddon, Mark - El Curioso Incidente del Perro a Medianoche
  • Martin, George R. R. - Juego de Tronos
  • Matheson, Richard - Soy Leyenda
  • Orwell, George - 1984
  • Robinson, Michael - Lo que el Ojo no Ve
  • Shakespeare, William - Ricardo III
  • Silverberg, Robert - Muero Por Dentro
  • Stephenson, Neal - Snowcrash
  • Süskind, Patrick - El Perfume

Un saludete guap@s.

22 jul 2008

Tu eliges el título de la primera novela de tu amigo Kalimero

#095 Debería ser mi novia

Esta vez va en serio: tengo toda la historia en la cabeza, el esbozo general en unos cuantos folios y la segunda mitad de agosto sin nada mejor que hacer. Esta vez si que escribo mi primera novela de verdad pero tengo un grave problema: no consigo decidirme por ningún título. Estas son las opciones que barajo:
  • Sangre en nuestras manos
  • Rock'n'Roll Queen
  • Más que te quise
  • Frío Agosto
Aceptaré democráticamente aquella opción más votada por todos vosotros. Tened en cuenta que cuando la novela sea un best-seller mundial y Martin Scorsese prepare la adaptación cinematográfica con Leo DiCaprio y Kristen Bell, una parte muy importante del éxito será vuestra ya que un buen título es algo esencial.

Para quien le sea dificil decidirse en frío por cualquiera de las cuatro opciones comentar que la historia es como si Ghost la hubiera escrito Bret Easton Ellis entre American Psycho y Las Reglas del Juego y tuviera lugar en una calurosa ciudad andaluza en pleno mes de Agosto. Además todos los personajes llevarán por apellido una isla del Mediterraneo y cada capítulo llevará por título una canción de Camilo Sesto (no es coña).

Venga va, os dejo también la primera frase de la novela:
Sabes que estas enamorado cuando todas las canciones te recuerdan a ella.


Pd: please, no propongáis nuevos títulos, que bastante lío tengo ya en la cabeza.

Un saludete guap@s.

5 jun 2008

Las 86 claves del buen borracho

El mileniarismo va a llegar

1. Si debes dinero a alguien, págaselo siempre en un bar. A ser posible, en uno donde las copas sean baratas.
2. Brinda siempre antes de tomar un chupito.
3. Quien paga el chupito tiene derecho a hacer el brindis.
4. Cambia de brindis al menos una vez al mes.
5. Invitar a alguien a una copa es cinco veces mejor que darle la mano.
6. Invitar a una desconocida a una copa sigue teniendo su punto. Pagarle todas las copas es una chorrada.
7. Nunca pidas más de un cigarrillo a la misma persona en una sola noche.
8. Si el camarero está borracho, contente las ganas de pedir un vodka martini muy seco, muy frío, con un chorrito de vermú, una pizca de jugo de aceituna, una aceituna y una corteza de limón. Confórmate con cerveza, chupitos simples y cócteles de dos ingredientes máximo.
9. Para llamar la atención del camarero, mírale a los ojos y sonríe.
10. No llames la atención del camarero si no quieres una copa.
11. Cosas que no se pueden decir después de tomar un chupito: Huy, yo con esto me emborracho. Odio los chupitos. Ay, que me sube el regusto a la boca.
12. Nunca jamás digas a un camarero que te ha puesto demasiado alcohol.
13. Si el camarero te pone una copa demasiado floja, la próxima pídela doble. Seguro que lo pilla.
14. Si invitas a una mujer a una copa y la rechaza, no le caes bien.
15. Si invitas a una mujer a una copa y la acepta, no quiere decir que le caigas bien.
16. Si ella te invita a una copa a ti, le caes bien.
17. Si alguien te dice que te invita a una copa, no pidas lo más caro sólo porque sea gratis.
18. Ten siempre un sacacorchos en casa.
19. Si no tienes sacacorchos, empuja el corcho hacia dentro con un bolígrafo.
20. Si bebes una sola mariconada en público, te convertirás para siempre en el tío que bebe mariconadas. 21. Nuestros padres bebían mejor que nosotros.
22. Nunca hables con nadie en el baño a no ser que los dos estéis haciendo lo mismo: mear, hacer cola o lavarse las manos.
23. Las chicas pasan horas en el baño maquillándose y hablando por los codos. Los hombres, no.
24. A partir de la sexta copa, no te mires al espejo. Perderás aplomo.
25. Sólo puedes gritar "olé con olé y olé" si estás tomando un chupito con cuatro personas o más.
26. Si el local tiene dj, sólo puedes pedirle una canción por noche. Si al cabo de media hora no te la ha puesto, no vuelvas a intentarlo. Si la pone, tampoco vuelvas a intentarlo.
27. Aprende a hacer una rosa con una servilleta de papel. Es sorprendente el buen resultado que da.
28. Si no tienes dinero para propinas, no tienes dinero para beber en un bar. Vete a una tienda de licores.
29. Si debes a alguien veinte euros o menos, puedes pagárselo en cervezas.
30. Nunca critiques la calidad ni la marca de una copa que te haya salido gratis.
31. Si has compartido casa con alguien durante más de seis meses, puedes beberte su cerveza, incluso aunque la tenga escondida, siempre que le dejes una.
32. Puedes dar un tiento a la botella de tu compañero de casa siempre que ya esté abierta y cueste menos de 25 euros.
33. Lo único que sabe mejor que el alcohol gratis es el alcohol robado.
34. Si llevas cerveza barata a una fiesta, tienes que tomarte al menos dos latas antes de pasarte a la cerveza importada de la nevera.
35. Aprende a aceptar la resaca. Si esto fuera un camino de rosas, se apuntaría desde el primer tonto hasta el último.
36. Si te entra la depresión, saca la biblia del buen bebedor y repásate todos los cócteles que te quedan por probar.
37. Prueba una bebida nueva por semana.
38. Si eres el único cliente del bar, tienes la obligación de dar cháchara al camarero hasta que deje de hacerte caso. A partir de ahí, ya has cumplido. Y él también.
39. Nunca des propinas con monedas que ya hayas tocado. Si te devuelven 1,50 euros, puedes decir a la camarera que se lo quede, pero, si ya te lo has embolsado, no puedes devolverlo. Para un camarero o camarera de un buen bar, la calderilla no tiene ningún valor.
40. Si alguna vez has dicho a un camarero: "El dinero está para fundirlo", entonces eres un cabronazo de lo más cutre.
41. Subidos a un escenario o detrás de una barra, todos somos un 50 por ciento más guapos.
42. Para distinguir a un auténtico bebedor, hay que fijarse en la distancia a la que tiene la copa de la boca.
43. Un bar es un colegio, no una guardería. Si tiras una cerveza, recógela. Si rompes un vaso, espera a que lo recoja algún camarero y, entonces, echa la culpa a otro.
44. Estar borracho es creerse el más interesante sin poder decirlo.
45. No pasa nada por beber a solas.
46. A partir de la tercera copa olvidarás el nombre de cualquier mujer nada más oírlo. El resto de la noche la llamarás "cielo" o "cariño".
47. Si quieres ser "ese tío con pluma", agarra con las dos manos una copa balón bien grande y hazla girar en círculo sin parar.
48. Un hombre no bebe con pajita. A no ser que quieras desprogramarte el cerebro o la cara.
49. Si tomas un chupito, acábatelo. Si no piensas bebértelo entero, no haber empezado.
50. No te pongas melancólico en una discoteca. No te pongas a bailar en un antro muy tirado.
57. Con cada copa aumentan un 5 por ciento las posibilidades de acabar metido en una pelea. Y un 3 por ciento las posibilidades de perderla.
58. Pelearte a puñetazos con una persona muy borracha estando sobrio es una experiencia tronchante.
59. Si estás sin un pavo y un amigo te está pagando las copas, tienes que reírle todas las gracias y hacer de celestino si quiere ligar.
60. Si estás sin un pavo y un amigo se quiere cachondear de ti, tienes derecho a robarle cualquier copa que se le despiste.
61. Nunca apoyes la cabeza en la barra del bar o en alguna de las mesas. Es el equivalente a ponerla voluntariamente encima de una tabla de picar.
62. Si estás turnándote con un amigo para pagar las rondas de copas y te pregunta si ya quieres otra, siempre di que sí. Si pierdes comba, acabarás pagando más que él.
63. Si vas a tirar los tejos a alguna camarera, asegúrate de darle una buena propina antes y después, independientemente de que sea receptiva o no.
64. La gente con dinero casi nunca da buenas propinas.
65. Antes de morir, haz tú solo un Martini como está mandado.
66. Preguntar a un camarero qué cervezas de barril hay cuando
las tienes delante de las narices equivale a decir "Soy imbécil".
67. Nunca preguntes a un camarero "¿Qué me recomiendas hoy?". El whisky no lo traen fresco en avión por la mañana.
68. Si hay que hacer cola para que te pongan una copa, hazte con la tuya y aléjate todo lo que puedas de la maldita barra.
69. Si se produce algún tipo de malentendido, la cerveza más llena es la tuya.
70. Los clientes de tu bar habitual son una prolongación de tu familia. Son tus padres, madres, hermanos y hermanas.
La única diferencia es que con estas hermanas puedes acostarte. Y si estás borracho perdido, con las madres también.
71. Es aceptable, y hasta normal, desaparecer a la francesa durante una noche de mucha bebida. Te dará un cierto misterio y tus amigos no te lo tendrán en cuenta. Puede que ni se fijen.
72. Jamás discutas por la cuenta a última hora de la noche. Recuerda que tú estás cocido y ellos, serenos. Un 99,9 por ciento de las veces te equivocas tú y ellos tienen razón. Además, pase lo que pase, vas a parecer idiota.
73. Si llevas algo de beber a una fiesta, tienes que bebértelo o dejarlo allí.
74. Si tardas más de tres segundos en reaccionar cuando te mire el camarero, no te mereces una copa.
75. La cerveza te pone simpático, el champán te pone tontorrón, el vino te pone dramático y el tequila te saca los bajos instintos.
76. Lo mejor que puede hacer un borracho es invitar a una ronda en un bar abarrotado.
77. Nunca empieces una conversación con un camarero diciendo «No quiero molestarte, pero»...
78. Si estás borracho en un bar, tu jefe no es más que otro pesado gorrón. A no ser que invite él.
79. Si te echan de un bar, deja pasar tres meses antes de volver. Si vuelves antes, da la impresión de que no hay ningún otro bar donde te aguanten.
81. Si vas a beber en el trabajo, bebe vodka. Es el único alcohol que no deja rastro de olor.
83. El reloj del bar va el doble de rápido desde la medianoche hasta la hora de cerrar.
84. Una petaca grabada con una dedicatoria personal es uno de los mejores regalos que se pueden hacer. Y asegúrate de meterle algo dentro.
85. En la escala de actos íntimos, tomar una copa con alguien está a medio camino entre darse la mano y darse un beso apasionado.
86. A partir de la quinta copa olvidarás todas y cada una de estas normas.

Sacado del libro El Borracho Moderno a través del blog Hasta aquí hemos llegado.

Un saludete guap@s.

20 abr 2008

Top 5 a las 5: Libros que no pude terminar

Logo Top 5 a las 5

Ya está aquí de nuevo el domingo. Ya son las cinco de la tarde. Es hora de Top 5 a las 5. Esta vez el tema, dado que dentro de tres escasos días se celebra el Día del Libro, es literario: Libros que no pude terminar (no necesariamente porque fueran malos, puede haber cientos de razones). Mis cinco libros son:


5) Los Pilares de la Tierra, de Ken Follet

Los Pilares de la Tierra

Uno de los mayores best-sellers de la historia, un libro que le gusta a todo el mundo y una trama epico-histórica de las que a priori me molan... pero me abochorna reconocer que las dos veces que he intentado leer la obra cumbre de Ken Follet no he conseguido pasar de la página 100. Eso si, prometo cambiar esta situación... aunque no demasiado pronto.


4) La Biblia

La Biblia

La novela de ciencia-ficción-fantasía-porno-gore más exitosa de la historia pero demasiado larga y escrita en verso como para leérsela completa. Eso si, una versión resumida e ilustrada si que me leí cuando era niño, pero, obviamente, no es lo mismo.


3) Episodios Nacionales, de Benito Pérez Gáldos

Episodios Nacionales

Pérez Gáldos es de mis autores favoritos pero con los Episodios Nacionales se pasó : ¡46 novelas! Yo llegué hasta la cuarta, Bailén, pero a pesar de que me encantaban, me rendí. Mi padre y mi hermano si que se los han leido todos, ¡que ídolos!


2) La Carta Esférica, de Arturo Pérez-Reverte

La Carta Esférica

Pérez-Reverte me gusta más como columnista que como novelista pero normalmente he podido con las novelas suyas que he leido (y de hecho El Club Dumas es de mis libros favoritos) pero La Carta Esférica me pudo: ¡que tostón! La trama no engancha nada y las tribulaciones de ese marino en tierra que es el protagonista son realmente aburridas. Lo dejé a la mitad.


1) El Último Catón, de Matilde Asensi

El Último Catón

Una monja de familia mafiosa, un capitán de la Guardia Suiza inspirado en Schwarzeneger y un arqueólogo copto van detrás de unas reliquias mientras tienen que resolver por ciencia infusa unos enigmas inspirados en La Divina Comedia de Dante. Una prota sin carisma, una trama cogida por los pelos y un aburrimiento permanente para un incomprensible best-seller del que no llegué ni a la mitad.



Este fin de semana se celebra el Saló del Comic de Barcelona y muchos de los toperos están allí por lo que esta semana somos poquitos haciendo el Top: Albertini, Zark, Wittenbergman e Intramuros.

Eso si, pocos pero de calidad. La semana que viene seremos más y es que el tema, Chucherías, es de los que molan. Si quieres participar sólo tienes que mandar un email a top5delas5@googlegroups.com.

Un saludete guap@s.

18 feb 2008

De Libris: El Caso Jane Eyre, de Jasper Fforde

El Caso Jane Eyre

Cosas que hacen que El Caso Jane Eyre mole:
  1. La prota se llama Jueves Próximo. ¿Algún nombre mejor? No. Lo suponía.
  2. La historia transcurre en un 1985 alternativo donde Inglaterra sigue en guerra en Crimea contra el ¡Imperio Ruso! y durante la II Guerra Mundial fue ocupada por los nazis.
  3. Viajes en el tiempo, en el espacio y entre la realidad y la ficción.
  4. Un malvado de altura con otro nombre genial: Acheron Hades.
  5. Un gigantesca y maligna corporación que lleva por nombre el no menos gigantesco Goliath.
  6. Clonación de animales extinguidos para uso como mascotas.
  7. Vampiros.
  8. Un deportivo descapotable de colorines.
  9. Hombres-Lobo.
  10. Los Gusalibros.
  11. Swindon.
  12. La República Popular de Gáles.
  13. Disturbios provocados por ultras de... corrientes artísticas.
  14. Teorías sobre la autoría de las obras de Shakespeare.
  15. Tiroteos.
  16. Incendios.
  17. Secuestros.
  18. Zeppelines.
  19. Una boda. No, dos bodas, No, una boda.
  20. Felix7. Felix8.
  21. Sectas.
  22. La invención de la banana.
  23. La Crono-Guardia.
  24. Churchill Who?
  25. Que sólo es el principio.
En definitiva, un libro que recomiendo vivamente a pesar de ser consciente de que mis limitados conocimientos de la literatura e historia anglosajonas me han impedido disfrutarlo en su plenitud.

Pd: a ver si la segunda parte no tarda mucho en caer en mis manos.

Un saludete guap@s.

4 ene 2008

Mis libros de 2008

De los libros que leo, al contrario que de las películas, no hago listados en el blog ya que leo tan poco en los últimos tiempos que me cabría todo el listado en un twitteo. Sin embargo, la formula in situ que voy a utilizar para listar mis pelis de 2008, también puede resultar util para alentarme en la lectura y conseguir llegar a la humilde cifra de 25 libros leidos a los largo de 2008. Así que aquí esta mi lista de libros leidos durante 2008:

#Nota: en azul los que se traten de relecturas
  1. Alta Fidelidad, de Nick Hornby -> 357 pags
  2. El Caso Jane Eyre, de Jasper Fforde -> 335 pags
  3. En Costas Extrañas, de Tim Powers -> 197 pags
  4. En el Camino, de Jack Kerouac -> 364

4 dic 2007

Por favor, ¿podría hablar con Nina?

Ya recomendé Terror Fan hace algunos días, un blog donde se recogen relatos de los más grandes autores de terror, ciencia-ficción y fantasía. Desde que lo descubrí gracias a Mycroft se ha convertido en fuente inagotable de horas pegado delante de la pantalla del portatil y hoy he leido en él un relato que no conocía (Por favor, ¿podría hablar con Nina?) de un autor que no conocía (Kirill Bulychev) y que me ha maravillado tanto que me voy a dar el gusto de transcribirlo a continuación:

—Hola; por favor, ¿podría hablar con Nina?
—Soy Nina.
—¿Nina? Tu voz suena extraña.
—¿Extraña?
—Bueno como si no fueras tú. ¿Estás preocupada por algo?
—Puede ser.
—Pienso que no debería haber llamado.
—Pero, ¿quién es que habla?
—¿Desde cuándo no me reconoces?
—¿Reconocer a quién? —su voz sonaba como si fuera veinte años menor que la de Nina.
—Bueno, está bien —dije—, escucha, te llamo para aclarar cierto asunto.
—Probablemente disco un número equivocado —dijo Nina—. Yo no lo conozco.
—Soy yo, Vadim. Tu Vadim. Vadim Nikolaevich. ¿Qué pasa contigo?
—Oh, querido —suspiró Nina, como si no deseara colgar—. No conozco a ningún Vadim, o Vadim Nikolaevich.
—Discúlpeme —dije, y colgué.
Esperé un momento antes de discar nuevamente. Por supuesto, había sido un error inconsciente. Mis dedos no habían deseado llamar a Nina, por lo tanto, discaron un número incorrecto, y revolví en el escritorio, en busca de un paquete de cigarrillos Cubanos. Tabaco fuerte, como el de los cigarros. Probablemente fabricados con recortes del mismo tabaco que aquellos.
¿Por qué debía molestarme llamando a Nina? ¿Qué era lo que había que discutir? Absolutamente nada. Simplemente quería saber si se encontraba en casa. Incluso si no estaba, nada cambiaría. Podría haber ido a lo de su madre. O al teatro. No había ido en años. Telefonee nuevamente.
—¿Nina?
—No, Vadim Nikolaevich —replicó ella—. Número equivocado nuevamente. ¿Qué número deseas?
—149-40-89.
—El mío es G1-32-35.
—Es completamente distinto. Lo siento, Nina.
—Está bien. De cualquier manera, no estoy ocupada.
—Trataré de que no suceda de nuevo. Las líneas deben estar ligadas en algún lado, así que seguiré consiguiendo contigo. El sistema telefónico está cada vez peor.
—Ciertamente que sí —concordó Nina.
Colgué. Decidí discar 100 para obtener la hora exacta, quizás eso solucionara la confusión, cerrando algún circuito, luego conseguiría mi llamada.
—Diez horas, cero minutos... —anunció la operadora. Repentinamente se me ocurrió que si la voz de la operadora había sido grabada hacía ya mucho tiempo, digamos diez años, ella podía discar 100 en cada ocasión en que se encontrara en su casa, sola y aburrida; entonces podría escuchar su propia voz. Y quizá ya hubiera muerto. Entonces su hijo, o algún ser amado podía discar 100 y escuchar su voz. Volví a telefonear a Nina.
—Hola. —La voz de Nina sonaba terriblemente joven—. Eres tú de nuevo, ¿Vadim Nikolaevich?
—Sí —repliqué—. Nuestras líneas parecen ligadas permanentemente. Por favor, no te enojes. No creas que estoy haciéndote una broma. Disqué lo más cuidadosamente que pude.
—Por supuesto, por supuesto —contestó Nina—. Ni siquiera se me había ocurrido. ¿Estás muy apurado, Vadim Nikolaevich?
—No.
—¿Es importante tu llamada a Nina?
—No, sólo quería saber si estaba en su casa.
—¿La extrañas?
—Bueno...
—Entiendo. Estás celoso.
—Eres una niña graciosa —le dije—. ¿Qué edad tienes, Nina?
—Trece. ¿Y tú?
—Más de cuarenta. Hay una pared de ladrillos entre los dos.
—Y cada ladrillo significa un mes, ¿verdad?
—Incluso cada día puede ser un ladrillo.
—Es verdad —suspiró Nina—, entonces es una pared espantosamente ancha. ¿Y qué piensas ahora acerca de ello?
—Es difícil de decir. Por el momento, nada. Solamente estoy hablando contigo.
—Si tú tuvieras trece años, o incluso quince, podríamos conocernos —dijo ella—. Sería muy divertido. Yo te diría: «Encuéntrame mañana a la tarde en el monumento a Pushkin. Estaré allí a las siete en punto». Pero no nos reconoceríamos. A propósito, ¿dónde te encuentras generalmente con Nina?
—Depende.
—¿En el monumento a Pushkin?
—No exactamente. Algunas veces en el Rusia.
—¿Dónde?
—En el cinematógrafo; el Rusia.
—No lo conozco.
—Seguro que sí. En la Plaza Pushkin.
—Todavía no sé de qué estás hablando. Debes estar bromeando. Conozco muy bien la Plaza Pushkin.
—Bueno, no importa.
—¿Por qué?
—Eso fue hace ya mucho tiempo.
—¿Cuándo?
Ella no quería cortar la comunicación. Por alguna razón parecía intentar continuar hablando.
—¿Estás sola en casa? —pregunté.
—Sí. Mamá está en el turno de la noche. Es enfermera del Hospital Militar. Estará de guardia toda la noche. Podría haber venido a casa hoy, pero olvidó su pase aquí.
—Muy bien, entonces vete a dormir. Mañana deberás ir a la escuela.
—Me estás hablando como si fuera una chiquilla.
—Vamos; te estoy hablando como lo haría con cualquier adulto.
—Gracias. ¿Por qué no tratas tú de dormir a las siete de la tarde? Buenas noches señor. Y deja de llamar a tu Nina, o te comunicarás de nuevo conmigo. Y despertarás a esta pobre niña.
Colgué. Luego me dediqué al aparato de televisión, donde me enteré que el Lunakhod había explorado 337 metros de la superficie de la Luna durante las pasadas 24 horas. El vehículo de exploración se encontraba en plena tarea, mientras yo estaba holgazaneando. Luego de perder el tiempo durante una hora completa, decidí hacer una última tentativa de comunicarme con Nina. Si aparecía de nuevo la niña, colgaría inmediatamente.
—Sabía que llamarías de nuevo —dijo Nina, tan pronto como levantó el receptor—. Pero no cuelgues. Estoy aburrida hasta las lágrimas, y no tengo nada para hacer. Es demasiado temprano para acostarse.
—Muy bien —dije—, charlemos. ¿Cómo es que estás levantada tan tarde?
—¡Pero si son sólo las ocho!
—Tu reloj está atrasado. Son más de las once.
Nina rió. Una risa dulce, deliciosa.
—Estás tan ansioso de librarte de mí; es horrible. Es octubre, por eso oscurece tan temprano.
—¿Es tu turno de bromear, ahora?
—No estoy bromeando. Tu reloj adelanta, igual que tu calendario.
—¿Qué quieres decir? —pregunté.
—Que ahora, probablemente, me dirás que estamos en febrero.
—Te equivocas de nuevo. Estamos en diciembre —contesté. Como si dudara de mi memoria, eché una mirada al periódico depositado junto a mí en el sofá. Debajo de los titulares aparecía la fecha: 23 de diciembre.
Permanecimos ambos en silencio durante algunos instantes, esperando por mi parte que ella se despidiera. Pero repentinamente dijo:
—¿Has cenado ya?
—No recuerdo —contesté sinceramente.
—Bueno, supongo que no tienes hambre.
—No, no tengo.
—Pues yo sí.
—¿Quieres decir que no tienes nada de comer en la cocina?
—¡Absolutamente nada! —contestó Nina—. ¿No es ridículo?
—Realmente, no sé cómo podría ayudarte —le dije—. ¿No tienes dinero?
—Muy poco. Además, los comercios ya están cerrados. Y después de todo, ¿qué podría comprar?
—Es verdad, todo está cerrado ya. Si quieres, echaré una mirada a mi refrigerador, a ver qué es lo que encuentro.
—¿Tienes un refrigerador?
—Uno viejo. Un Northerner. ¿Conoces la marca?
—No, no la conozco. Supón que encuentras algo; ¿qué harías entonces?
—Bueno, tomaría un taxi y lo llevaría a tu casa. Puedes esperarme abajo, en la entrada.
—¿Vives lejos de aquí? Yo estoy en la calle Sivtsev Vrazhek, número 1525.
—Y yo en Mosfilmovskaia. Cerca de Lenin Hills. Detrás de la Universidad.
—Tampoco conozco donde queda ese lugar. No importa. Fue un hermoso gesto, y te lo agradezco. ¿Qué es lo que tienes en tu refrigerador? Sólo lo pregunto por curiosidad. No lo tomes en serio.
—Hmmm, según recuerdo... Espera, no cuelgues; llevaré el teléfono a la cocina y miraré.
Me dirigí a la cocina con el cordón serpenteando tras de mí.
—Muy bien —dije—, abriremos la heladera.
—¿Quieres decir que realmente puedes llevar el teléfono contigo? Nunca había oído algo así.
—Por supuesto que puedo. ¿Dónde está tu teléfono?
—En el hall, en la pared. ¿Qué hay en tu refrigerador?
—Hmm... ¿qué hay en este paquete? Huevos. Nada muy excitante.
—¿Huevos?
—Aja. Huevos comunes de gallina. ¿Quieres que lleve un pollo? Ah, no. Lo siento, pero es francés, y está congelado. Morirías de hambre antes de haberlo cocinado. Y tu madre estará por volver pronto de su empleo. Salchichas es una idea mejor. Ah; aquí hay algo. Encontré algunas sardinas de Marruecos. Una lata de sesenta kopeks. Y medio frasco de mayonesa para acompañarlas. ¿Me oyes?
—Sí —dijo Nina, muy suavemente—. ¿Por qué me atormentas así? Al principio me causó gracia, pero ahora me siento muy triste.
—¿Qué sucede? ¿Estás realmente tan hambrienta?
—No, pero sabes bien cómo es eso.
—¿Qué es lo que se supone que debo saber?
—Tú sabes... —dijo Nina. Hizo una pausa y luego añadió—: ¡Olvídalo! Dime, ¿tienes algo de caviar rojo?
—No, pero tengo filet de halibut.
—¡Basta! Es suficiente —interrumpió Nina firmemente—. Hablemos de alguna otra cosa. Ya comprendí.
—¿Qué es lo que comprendiste?
—Que tú también estás hambriento. Dime, ¿qué puedes ver desde tu ventana?
—¿Desde la ventana? Edificios, una fábrica. Son las once y treinta, y el turno de las obreras ha terminado y están saliendo del edificio. También puedo ver Mosfilm. Y el cuartel de bomberos. Y las vías del ferrocarril. También veo un tren que se acerca en este momento.
—¿Quieres decir que puedes ver todo eso?
—Bueno, el tren está bastante lejos, pero puedo ver una hilera de luces: las ventanillas.
—¡Ahora estás mintiendo!
—Esa no es manera de dirigirte a tus mayores —le reproché—. Puedo cometer un error, pero nunca miento. Por lo tanto, ¿en qué me he equivocado?
—Dijiste que veías un tren. Eso es imposible.
—¿Qué estás diciendo? No es invisible, ¿no?
—No, no lo es, pero las ventanillas no pueden estar iluminadas. En realidad tú ni siquiera puedes estar mirando a través de la ventana.
—¿Qué quieres decir? Estoy parado directamente frente a ella.
—¿Y tu cocina está iluminada?
—¡Naturalmente! Si no ¿cómo iba a estar hurgando en el refrigerador? La lámpara de la heladera está quemada.
—¡Aja! Esta es la tercera vez que te atrapo.
—Nina, dime en qué me has atrapado.
—Si quieres mirar a través de la ventana, tienes que abrir las cortinas de oscurecimiento. Y si abres las cortinas de oscurecimiento, debes apagar la luz, ¿correcto?
—Erróneo. ¿Para qué necesitaría las cortinas de oscurecimiento? ¿Hay alguna guerra?
—¡Oh, Dios! ¿Cómo puedes mentir así? Entonces tú piensas que estamos en tiempo de paz, ¿no es cierto?
—Bueno, comprendo que existe la guerra de Vietnam, y en el Cercano Oriente... pero no estoy interesado en ellas.
—Tampoco yo. Espera; ¿eres un veterano incapacitado?
—Afortunadamente, estoy completo en todas mis partes.
—¿Estás exento?
—¿Exento?
—Entonces, ¿por qué no estás en el frente?
Sólo entonces, por primera vez, comencé a sospechar algo peculiar. Ella parecía estar tomándome el pelo; sin embargo, su voz parecía tan sincera y seria que casi me atemorizó.
—Nina, ¿en qué frente debería estar?
—¿En qué frente? En el que están todos. Donde está mi padre. Combatiendo a los alemanes. No estoy bromeando; estoy mortalmente seria. Tienes una manera muy extraña de llevar la conversación. Quizás no estabas mintiendo acerca de los pollos y los huevos.
—Y no lo estaba —dije—. No hay ningún frente. ¿Quizás deba realmente ir a verte?
—¡De verdad que no estoy bromeando! —su voz fue casi un grito—. ¡Basta! Al principio era interesante, y me resultó muy divertido, pero ahora no me siento bien. Hablas como si no estuvieras fingiendo, sino diciendo la verdad.
—Palabra de honor, que estoy diciendo la verdad.
—Ahora estoy espantada. Nuestra estufa está casi apagada. Casi no queda leña. Y está oscuro. Sólo tenemos una lámpara de aceite. Hoy no hay electricidad. Y no me gusta estar sola aquí. Me he envuelto en todas las cosas abrigadas que tengo.
Luego repitió en un tono agudo y airado:
—¿Por qué no estás en el frente?
—¿En qué frente? —insistí. Estaba llevando la broma demasiado lejos—. ¿Cómo puede haber un frente en 1972?
—¿Estás tomándome el pelo?
Su voz había cambiado nuevamente. ¡Ahora sonaba insegura, y tan patéticamente pequeña! Una escena ya olvidada se desarrolló ante mis ojos. Algo que me había sucedido largo tiempo atrás, hacía ya treinta años o más, cuando sólo contaba con doce de edad. Había una pequeña estufa de leña en la habitación. Yo me encontraba sentado en el sofá, con las piernas cruzadas. Una vela iluminaba el cuarto; ¿o es una lámpara de querosén? Un pollo me parece una cosa irreal. Un ave fantástica, que se come sólo en las novelas.
—¿Por qué estás tan callado? —preguntó Nina—. Sería mejor si hablaras.
—¿Nina, en qué año estamos?
—1942.
Las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar en sus respectivos lugares. Ella no conocía el cine Rusia. Y su número telefónico sólo tenía seis dígitos. Y el oscurecimiento...
—¿Estás segura?
—Por supuesto.
Realmente lo creía. ¿Quizás estaba confundido por su voz? Tal vez se trataba de una mujer de cuarenta años, que había enfermado durante su juventud, y vivía aún en el año 1942, durante el tiempo de guerra.
—Escucha —le dije con calma—, no cuelgues. Hoy es el día 23 de diciembre de 1972. La guerra terminó hace 26 años ya. ¿Sabes eso?
—No —contestó Nina.
—Seguro que sí lo sabes. Son las doce de la noche ahora... Bueno, ¿cómo puedo explicarte?
—Muy bien —dijo Nina humildemente—, yo también comprendo que no me traerás pollo. Debería haber pensado que no había pollos franceses por aquí.
—¿Por qué no?
—Porque los alemanes están en Francia.
—No ha habido alemanes en Francia desde hace ya largo tiempo. Excepto turistas, por supuesto. Pero también tenemos turistas alemanes aquí.
—¿Qué estás diciendo? ¿Quién los dejó entrar?
—¿Y por qué iban a impedírselo?
—Ni siquiera te atrevas a permitir que esos pensamientos entren a tu mente, que los Fritz nos van a vencer. Probablemente tú mismo seas un saboteador, o un espía.
—No, trabajo para el C.A.M. Consejo de Ayuda Mutua. Negocio con los húngaros.
—Ahí estás, ¡mintiendo de nuevo! Los fascistas ocupan Hungría.
—Los húngaros expulsaron a sus propios fascistas hace ya mucho tiempo. Hungría es una República Socialista.
—Oh, querido. Temo que seas un saboteador. De cualquier forma, estás inventando todas estas historias. No, no discutas conmigo. Sólo sigue contándome cómo sucederán las cosas. Sueña todo lo que quieras, mientras sea agradable. Por favor. Y discúlpame por haber sido tan descortés contigo. Simplemente, no te había entendido.
Así fue que cesé de discutir con ella. Pero, ¿cómo podía explicarle? Me recordé a mí mismo, sentado en el sofá, en aquel mismo año de 1942. ¡Cómo anhelaba conocer el momento en que nuestras tropas invadieran Berlín y ahorcaran a Hitler! Y, por supuesto, saber dónde había extraviado mi tarjeta de racionamiento del mes de octubre. Así que le dije:
—Derrotaremos a los fascistas el 9 de mayo de 1945.
—¡Imposible! Es demasiado tiempo para esperar.
—Escucha Nina, y no me interrumpas. Yo sé más que tú acerca de todo esto. Tomaremos Berlín el día dos de marzo. Incluso se creará una nueva condecoración: «Por la captura de Berlín». Hitler se suicidará envenenándose. Eva Braun le proporcionará el veneno. Luego las SS llevarán su cuerpo al patio de la Cancillería Imperial, lo empaparán de bencina y lo incinerarán.
Era realmente a mí mismo, y no a Nina, a quien le relataba todo esto. Cuando ella no me creía, o no me entendía, repetía todos los hechos cuidadosamente; pero casi pierdo su confianza nuevamente cuando predije la muerte de Stalin. Sin embargo, cuando le hablé acerca de Yuri Gagarin, volvió a creerme. Incluso rió cuando le vaticiné que las mujeres usarían pantalones acampanados y minifaldas. Recordé la fecha en que nuestras tropas cruzarían la frontera prusiana. Entonces perdí todo sentido de la realidad. Dos niños, Nina y Vadim, estaban sentados frente a mí en un sofá, escuchándome. Ambos desesperadamente hambrientos. Vadim se sentía peor que Nina, pues había perdido su tarjeta de racionamiento, y ahora él y su madre deberían subsistir hasta fin de mes con una sola tarjeta simple, la tarjeta de un trabajador. Vadim la había dejado caer en algún lugar del patio, y no fue sino después de quince años que pudo recordar cómo había sucedido, sintiéndose trastornado nuevamente ante la idea de que podría haber hallado la tarjeta. Por supuesto, había caído dentro del sótano al agitarse su chaqueta contra el enrejado, en el momento de atrapar una pelota de fútbol.
Más tarde, cuando Nina se había aburrido ya de escuchar lo que ella consideraba un hermoso cuento, le pregunté:
—¿Conoces la calle Petrovka?
—Seguro. ¿Le cambiarán el nombre?
—No, así que escucha.
Le expliqué con todo detalle cómo cruzar la bóveda que conducía al patio, y dónde encontrar el sótano cubierto por una reja. Y, si como ella insistía, estaba a mediados de 1942, era muy probable que mi tarjeta de racionamiento se encontrara allí.
—¡Espantoso! —dijo Nina—. No podría soportarlo si lo hiciera. Debes buscarla inmediatamente. ¡Debes hacerlo!
Ella había entrado también en el espíritu del juego, y de alguna forma, la realidad se desvaneció; ni ella ni yo podíamos comprender enteramente en qué año estábamos viviendo. Nos encontrábamos fuera del Tiempo, pero muy cerca de su 1942.
—No puedo encontrar yo la tarjeta —le dije—. Han pasado demasiados años. El sótano debe haber sido abierto. Si es necesario di que tú misma la has perdido.
En ese momento se cortó la comunicación.
Nina se había ido; pude oír el ruido de la estática. Luego una voz de mujer que decía:
—¿Es el número 143-18-15? Tenemos una llamada para usted desde Ordzhonikidze.
—Número equivocado —contesté.
—Lo siento. —La voz de la mujer era indiferente.
Escuché luego una serie de cortos zumbidos.
Disqué nuevamente el número de Nina. Debía disculparme con ella, reír con ella nuevamente, aunque la idea resultara bastante tonta.
—Hola... —dijo la voz de Nina. La otra Nina.
—¿Nina? —pregunté.
—¿Eres tú, Vadim? ¿Por qué no estás durmiendo?
—Lo siento —contesté—. Estoy tratando de comunicarme con otra Nina.
—¿Cómo?
Colgué, y disqué nuevamente.
—¿Estás loco? —preguntó Nina—. ¿Has estado bebiendo?
—Lo siento —contesté, y colgué nuevamente. Era inútil volver a intentarlo. La llamada de Ordzhonikidze había despejado las líneas. Me pregunté cuál era el número real de Nina. Arbat 3... no. Arbat 1-32-30... No, 40.
La Nina mayor me telefoneó ella misma:
—Estuve en casa toda la tarde —dijo—. Pensaba que llamarías para explicarme por qué te comportaste tan extrañamente ayer. Obviamente, has perdido la cabeza.
—Probablemente —accedí. No tenía ningún interés en explicarle nada acerca de mis largas conversaciones con la otra Nina.
—¿Qué sucede? ¿Quién es la otra Nina? —preguntó—. ¿Un personaje de una novela? ¿Estás tratando de hacerme saber que existe alguien más?
—Buenas noches Ninoshka —le interrumpí—, te explicaré todo mañana.
El aspecto más interesante de este insólito episodio, fue su epílogo, más extraño aún, si se quiere.
Al día siguiente de mis charlas con Nina visité a mi madre. Le hablé de limpiar el desván; se lo había estado prometiendo por tres años, y al fin me había decidido a hacerlo. Sabía que mi madre nunca descarta nada (¿quién sabe lo que uno puede necesitar mañana?). Cerca de una hora y media me afané entre viejas revistas, libros de texto y cosas similares. Finalmente encontré una guía de teléfonos del año 1950. Rebosaba de notas y señaladores de papel; sus bordes se veían raídos y manchados. La conocía tan bien que me pregunté cómo podía haberme olvidado de ella. Si no hubiese sido por mis charlas con Nina, nunca la hubiera recordado. Me sentí un poco avergonzado, como se siente uno respecto a un traje demasiado usado, al donarlo a un ropavejero.
Conocía los cuatro primeros términos: G-1-32. Sabía también que el teléfono, si ninguno de los dos había estado fingiendo, y Nina no había pretendido tomarme el pelo, estaba registrado bajo la dirección Sivtsev Vrazhek Nº 1525. No cabía ninguna posibilidad de localizar el teléfono. Sin embargo, arrastré el taburete del baño, y me senté en el hall con la guía. Mamá, quien no tenía la más vaga noción de lo que estaba haciendo, sólo sonreía al pasar frente a mí, diciendo:
—Siempre lo mismo contigo, Vadim. Empiezas a ordenar los libros, y a los diez minutos los estás leyendo. Y ése es el fin del arreglo.
Ni siquiera había notado que lo que estaba leyendo era la guía telefónica.
Al fin encontré el número. En 1950 tenía la misma dirección que en 1942. Estaba registrado a nombre de Frolova, K. G.
Realmente, todo el asunto parecía ridículo. Estaba buscando algo que no podía existir. Pero aun así, acudí a la calle Sivtsev Vrazhek.
Los nuevos dueños no conocían el nuevo paradero de la Frolova, pero tuve más suerte en la oficina del encargado del edificio. Una empleada entrada en años las recordaba, y con su ayuda obtuve la necesaria información, proveniente del archivo de direcciones.
Ya había oscurecido. Una fuerte ventisca se arremolinaba entre los artesonados idénticos del nuevo barrio. Un corriente mercado de dos plantas vendía pollos franceses en transparentes envases congelados. Estuve tentado de comprar uno para llevárselo a Nina, tal como se lo había prometido, aun habiéndome atrasado treinta años. Suerte que no seguí mi impulso, pues la casa estaba vacía. A juzgar por el eco que despertaba el timbre, parecía que el departamento estuviera desocupado, y sus habitantes se hubieran mudado.
Estaba a punto de volverme, cuando se me ocurrió llamar a la puerta de un vecino.
—Discúlpeme, por favor. ¿Sabe usted si Nina Sergeevna Frolova vive aún en el departamento de al lado?
—Se marcharon. —Me informó indiferentemente un adolescente en remera, sosteniendo en su mano un soldador humeante.
—¿No sabe dónde?
—Al Norte. Hace un mes. No volverán hasta la primavera. Se fueron los dos... Nina Sergeevna y su esposo.
Me disculpé por molestarlo, y me dispuse a descender las escaleras de regreso. Mientras tanto pensé para mis adentros que era perfectamente posible que existieran más de una N. S. Frolova, nacidas en 1930, y que vivieran actualmente en Moscú.
Antes de tener tiempo de alejarme, la puerta volvió a abrirse a mis espaldas:
—Espere un momento —me llamó el mismo muchacho de antes—, mi madre desea decirle algo.
Su madre apareció en el umbral, sosteniendo apretadamente su batón alrededor del cuerpo.
—¿Qué es usted de ella?
—Sólo un amigo —le contesté.
—¿No será Vadim Nikolaevich?
—Así es; soy Vadim Nikolaevich.
—¡Bueno! —la mujer se sentía encantada—. Y casi lo dejo ir. Ella nunca me lo hubiera perdonado. Estas fueron las palabras exactas de Nina «No te lo perdonaré». Dejó una nota sujeta a la puerta, pero probablemente los niños la arrancaron. Ella decía que usted vendría en diciembre. Y también decía que trataría de volver para esa fecha, pero es tan lejos...
La mujer permanecía en el umbral, mirándome como si ahora yo debiera revelar algún secreto, confesar algún infortunado desencuentro amoroso. No cabía duda que previamente habría tratado de sonsacárselo a Nina con su: ¿Qué es él para ti? A lo que Nina habría contestado: Sólo un amigo.
La mujer hizo una pausa, luego de la cual extrajo una carta del bolsillo de su bata.

«Querido Vadim Nikolaevich:
Sé, por supuesto, que no vendrás. Cómo puedo creer en sueños infantiles que yo misma considero desatinados. Pero tu tarjeta de racionamiento estaba en el sótano que me describiste...»

Y la entrada original aquí.

Un saludete guap@s.