2 oct 2012

Concierto: Extremoduro. En Vivo. 29/09/2012



Poco a poco uno va tachando nombres de su lista de grupos a los que hay que ver en concierto si o si... incluso, a veces, alguno de esos que parece muy muy complicado. Es el caso de Extremoduro, ya que Robe, Uoho y compañía cada vez se prodigan menos. Por eso, cuando se conoció que los extremeños iban a volver a girar y que una de las paradas era el Festival En Vivo (en el que ya estuve el año pasado) en Rivas-Vaciamadrid, no me lo pensé.

El festival se celebró del jueves al sábado pasados en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas, un lugar menos dejado de la mano de Dios, más grande y mejor acondicionado para la música que el misero descampado que era el Getafe Open Air [1]. Además, el escenario que se encontraba en la zona del anfiteatro, tenía un sonido bastante bueno... cosa que no se puede decir de los otros dos. En el ámbito de las cosas reguleras también hay que contar que la comida era bastante cara, que el sistema de moneda propia que usan los festivales (en este caso unas púas, muy monas, eso si) es un sacacuartos descarado y que el único acceso desde el metro era a través de una obra abandonada... algo que no sería malo per se pero que gracias a la climatología, se convirtió en toda una odisea.

El jueves, como el viernes había que trabajar y tampoco había ningún grupo que me llamara especialmente la atención, no me pasé. Sin embargo el viernes sí que estuve al pie del cañón... y eso que la tromba de agua que cayó es de las que hacen época. Servidor se ha criado en eternos botellones bajo el agua en la Feria de Jaén (que se celebra a mitad de Octubre, junto con Marzo, las únicas épocas el año cuando llueve en tierras olivareras) pero, no se si será que me hago mayor, lo del viernes me superó. Llegue con Sober a punto de terminar, luego seguimos con un Kiko Veneno muy jachondo que dedicó al público un tema llamado 'Estaba lloviendo' que lo mismo había tocado dos veces en directo en toda su vida el muy cabronazo [2], Celtas Cortos (que sonaron solamente regular) y el gran Rosendo, que sigue rockendo como en los viejos tiempos. Después a casita, previo paso por la obra abandonada para ponerme de barro hasta las rodillas, claro.

El sábado ya no llovió (aunque sí hizo un frío de cojones... aunque yo lo prefiero a la calufa extrema) por lo que pudimos a ver a Extremoduro sin más incomodidades que la increíble masa de gente que Robe y amigos fueron capaces de congregar. Lo primero que se puede decir del show de los Extremo es que no dieron un concierto de festival ni en duración (más de dos horas y media) ni en setlist (muy centrado en sus últimos discos). Lo segundo es que moló mucho y con son unos músicos tremendos, unos virtuosos.

Dividieron el concierto en tres actos separados por pausas de unos diez minutos. En el primero mezclaron canciones nuevas tanto del último disco como inéditas (de hecho abrieron con una de estas, El pájaro azul, acompañada de un curioso montaje audiovisual) con canciones de los primeros discos aunque no de las más conocidas (del estilo de Sucede y tal) y el megahit La vereda de la puerta de atrás. En el segundo acto se tocaron en orden y del tirón todo La Ley Innata salvo la Coda flamenca, cerca de cincuenta minutos de virtuosismo puro [3]. En el tercer y último acto volvieron a la mezcla entre canciones y nuevas y antiguas... y esta vez si clasicazos como Puta, Stand by o Salir, un fin de fiesta casi perfecto [4].



Sí, me hubiera gustado escuchar y disfrutar de So payaso, Sol de invierno, Mi Corazón, Me estoy quitando o, sobre todo, Golfa (mi canción preferida del de Plasencia y sus hordas), pero no me puedo quejar: casi tres horas de concierto de una incuestionable calidad musical y con un Robe al que se veía bastante más sanote de lo esperado... aunque eso si, raro sigue siendo un rato: no salió a saludar con el resto de la banda al final del concierto. En fin, los genios son así.

Después de terminado el gran momento del festival seguimos viendo a Def con Dos (que, como todos los grupos que sonaron en los escenarios más pequeños sonaron fatal), los vascos Berri Txarrak y al rapero Alberto Gambino, mi única incursión en el escenario de hip-hop ya que la organización decidió que lo más conveniente era poner a La Excepción y SFDK mientras en el anfiteatro tocaban Extremoduro (otra cosa que apuntarles en el debe, mira tu por donde).

Y hasta aquí mi crónica del En Vivo 2012 y el concierto de Extremoduro. ¿Próxima parada? Muse el 20 de Octubre en el Palacio de los Deportes. Vamosssssss.

Pd1: la fotaza de portada no es, obviamente, mía si no que la he tomado prestada del Facebook de En Vivo Festival.

Pd2: más reseñas del concierto y el festival en Critteria Rock o Rolling Stone.

Un saludete, guap@s.

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[1] Aunque tengo la impresión de que la gente que acampó lo mismo tiene otra visión del asunto

[2] Eso sí, luego se tocó todos los hits, vamos, lo que hay que hacer en un festival

[3] Aunque tengo que reconocer que a mí se me hizo algo pesada esta parte, quizás porque no es mi disco favorito ni de lejos

[4] El setlist completo lo puedes consultar aquí

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