27 sept 2016

Mr. Robot. Temporada 2. Lo se porque Mr. Robot lo sabe


¡Cuidado! Warning! Achtung! Spoilers que te pueden hackear (y freir) el cerebro

Tan sólo en Estados Unidos se producen al año 400 series de televisión. La mayoría irrelevantes, olvidables y/o cortadas por nada más que un par de patrones ya bastante trillados y demodé. Por eso cuando aparece una serie como 'Mr. Robot', diferente y única tanto en la forma como en el contenido, supone un soplo de aire fresco y llama mucho la atención. De ahí el Globo de Oro a mejor serie dramática (además del premio a Christian Slater como mejor secundario) y el reciente Emmy a Rami Malek a mejor actor dramático por su impagable caracterización del problemático hacker Elliot Alderson.

Pero la serie creada para USA por Sam Esmail no sólo es diferente y única sino que es mutante, evoluciona, no se encasilla. Por lo tanto no resulta extraño que en esta segunda temporada se haya dejado algo de lado el aspecto tecnológico [1] y se haya centrado más en la conflictiva mente de Elliot y en la paranoia colectiva surgida a partir del 5/9, el día en el que FSociety consiguió hackear a la maligna y todopoderosa E-Corp y, por ende, cambiar el mundo (¿o no?).



Así nos encontramos a Elliot en detox intentando librarse de Mr. Robot (y manteniéndose alejado de cualquier cosa que pueda conectarse a Internet) y dejando la responsabilidad de continuar con el plan (sea cual sea) a Darlene y el resto de FSociety en connivencia con la Dark Army mientras que el FBI entra en juego de la mano de la imprevisible y solitaria agente DiPierro (genial Grace Gummer... sip, la hijísima) para intentar desfacer el entuerto. Por su parte Joanna inicia la búsqueda de Tyrell y somos testigos también de los esfuerzos de Angela por desbaratar los restos de E-Corp desde dentro y de su extraña relación con Phillip Price, el despreciable jefazo de la corporación. Todo esto en medio de una Nueva York ruinosa, con permanentes cortes de luz, basura acumulada en las calles y con los cajeros sólo dando un máximo de 50 euros por persona. Los restos del naufragio.

Un buen batiburrillo de tramas aparentemente inconexas que se van entrelazando a base de trucos (algunos baratos, hay que reconocerlo) y que nos dejan momentos realmente impactantes (la muerte de Gideon, el show de los Alderson, el plano secuencia del tiroteo en el dinner) además del mejor cameo del año (y de la década si me apuras), y sobre todo, preguntas, muchas preguntas... para llegar a una season finale brutal en la que sí, hay respuestas (Wellick nos explica la Fase 2, descubrimos que el FBI lo sabe (casi) todo, Scott es el que se hace pasar por Wellick para atormentar a Joanna...) pero estas generan nuevas preguntas (y nuevos WTFs) realmente atrayentes. De hecho va a ser difícil que nos quitemos de la cabeza esas dos escenas (la final y la post-créditos) y lo que proponen en los meses que restan para poder disfrutar (sufrir) de la tercera temporada.

¡Qué dura es la vida del seriéfilo!

Pd1: en esta segunda temporada se ha potenciado mucho el transmedia. Ejemplo 1: vídeo 360º.



Pd2: en esta segunda temporada se ha potenciado mucho el transmedia. Ejemplo 2: 'The Careful Massacre of Bourgeoisie', la peli que veían de pequeños Elliot, Darlene y Angela y de donde sacaron la idea de las máscaras.



The Careful Massacre of the Bourgeoisie por elliottalderson
Pd3: el crack de Rami Malek recogiendo su Emmy y lanzando el ruego que Elliot nos hace a nosotros (sus amigos invisibles) cada semana:



Un saludete, guap@s.

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[1] Aunque los techies también tenemos nuestras buenas dosis para calmar nuestro mono hacker: Deep Web, femtoceldas para entrar en la red del FBI, créditos en bitcoins, pwn phones, rastreo de números de teléfono tirando de fax, ransomware, Wickr, casas inteligentes con las que conversar al más puro estilo Her...

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