18 may 2017

The Witcher es lo que necesitaba Netflix para prevalecer... aunque no es lo único


Ayer se anunció que Netflix va a producir una serie sobre 'La saga de Geralt de Rivia', unos libros de fantasía épica escritos por el polaco Andreij Sapkowski que se hicieron mundialmente famosos cuando fueron adaptados en la popular saga de videojuegos 'The Witcher', con unas ventas millonaris y una base de fans realmente importante.

En un principio puede parecer tan sólo una noticia más dentro de todas las que genera la imparable maquinaria de Netflix [1]. Además estamos en plena semana de los Upfronts, donde las networks americanas presentan sus novedades para el curso televisivo 2017/18 y, para completar la jugada, acaba de empezar el Festival de Cannes. Muchas noticias entre las que quedar sepultada pero la puesta en marcha de 'The Witcher', aunque sin fecha de estreno ni protagonistas confirmados (tan sólo que los showrunners serán los de 'The Exapnse'), debe destacar entre todas ellas porque indica que de verdad Netflix quiere jugar más fuerte aún y eso es una noticia muy importante.




Aunque muchos sólo empezaran a escuchar su nombre hace un par de años, Netflix nació a finales de los 90 en los Estados Unidos funcionando como un videoclub tradicional pero por correspondencia (te mandaban el deuvedé a casa, lo veías y se lo llevaban de vuelta). Pronto entraron en el negocio del contenido digital por suscripción (SVOD a partir de ahora) y a finales de la primera década del siglo XXI se había convertido en una gran empresa de Silicon Valley y en un nombre cotidiano para buena parte de la población norteamericana. 

La empresa fundada por Reed Hastings entraba en la nueva década en uno de esos momentos decisivos: o dejarse atrapar por los tentáculos de alguno de Los Gigantes (Apple, Disney, Google, Facebook...) o apostar fuerte e intentar convertirse en uno de ellos. Hastings eligió lo segundo y ello pasaba por dos puntos:

-  La expansión internacional para conseguir muchos más clientes.

- La producción de contenido original para ir sustituyendo progresivamente el material ajeno adquirido a  networks, cadenas de cable y grandes estudios de Hollywood, cada vez más difícil y caro de conseguir.

Primero lo hicieron poco a poco pero desde de 2015 estamos en pleno bombardeo: Netflix ya está en casi todos los países (incluso ya ha conseguido entrar en el paraíso chino aunque sea de manera sui generis) y ofrece estrenos simultáneos de contenido original [2] (series de producción propia de diversos países, documentales, películas adquiridas en exclusiva en festivales como Sundance...) en todos estos mercados de forma semanal. Una auténtica multinacional churrera, que diría la gran Adriii.

Y lo que tiene producir de esta manera (más allá de la bajada de calidad general) es que muchos de estos "churros" resultan ser muy de nicho, de poco calado general. Además, la distribución "todo a la vez" de las series que utiliza Netflix favorece el binge-watching (o maratoneo de toda la vida) pero tiene el efecto de que, aunque se trate de productos más generalistas y de miras más amplias, la conversación suele durar mucho menos que la de las series distribuidas semanalmente y los tiempos entre temporada y temporada, por contra, se incrementan. Es decir, el olvido es un factor muy a tener en cuenta y el olvido no es muy bueno para generar fidelidad.

A todo esto los rivales son poderosos y ya no se limitan a networks y cadenas de cable (todas formando parte de grandes conglomerados), otros servicios de SVOD tanto globales (Hulu, Prime Video...) como locales dentro de cada mercado [3] y los grandes estudios cinematográficos (que ya han conseguido que Cannes cambie sus normas para el año que viene en un movimiento claramente anti-Netflix), que no son pocos. No, ahora también va a tener que lidiar con los todopoderosos Facebook y Youtube, que han anunciado recientemente su intención de entrar en el negocio del SVOD, de los "originals" y el contenido OTTP.

Muchos enemigos y unos movimientos muy claros que Netflix tiene que realizar si no quiere ser finalmente engullido por alguno de Los Gigantes:

- Series y películas de fuerte impacto global

- Contenido en directo

- Deportes

El live streaming, en el que Facebook, Youtube, Twitch o Twitter llevan mucha ventaja, seguramente supondría un desafío tecnológico y de infraestructura (de la cual escribí hace un tiempo en Xataka) de aúpa. Los deportes, el contenido estrella en términos de audiencia en todo el globo y que debería ir en directo, claro, son un desembolso tremendo y sería muy complicado ofrecerlos de manera global por lo que oficialmente lo tienen descartado de momento (aún así se han rumoreado contactos con la MLB americana e incluso con La Liga española de fútbol).


Más "sencillo" aparentemente es el primer punto, el del contenido de impacto global y en él entrarían las próximas películas de Brad Pitt y Will Smith, la distribución internacional de la nueva serie de Star Trek y, claro está, 'The Witcher': una saga de fantasía épica con un punto oscuro y diferente, conocida en el mundo entero, con una base de fans muy potente y que seguramente llegue con el cadáver de 'Juego de Tronos', que terminará para verano de 2018, todavía fresco. La sucesora en el trono, nunca mejor dicho. Si, además, son flexibles con su política y la liberan semanalmente, estamos hablando de una apuesta ganadora.     

Bueno, iba a escribir un par de párrafos y al final me ha salido el tochaco este. Mis disculpas.

Un saludete, guap@s.

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[1] En los últimos días ha presentado tráileres para 'Gipsy' y 'Glow', ha anunciado la 5ª temporada de 'Arrested Development' y una película de Borja Cobeaga sobre un comando de ETA, por ejemplo.

[2] Dejaremos para otro momento la discusión sobre lo laxo que es el significado de la palabra "original" en las oficinas de Los Gatos, California. O mejor leerlo aquí, que Moltisanti lo explica muy bien.

[3] En España sus principales rivales son Movistar+, HBO España y Prime Video.  Movistar+ es de Movistar, el principal proveedor de Internet del país y por tanto responsable de llevar el contenido de Netflix a buena parte de la población (aunque no siempre con la calidad requerida). HBO España ha llegado de la mano de Vodafone, otro importante proveedor de Internet. Finalmente Prime Video es de Amazon... donde Netflix aloja su infraestructura y contenido. Compite contra empresas que son imprescindibles para su negocio. Curioso cuanto menos.

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